Guías Espirituales>
Existen tantos lugares de donde proceden los guías, que parecen infinitos. Podría resultar útil clasificar a los guías en aquellos que han encarnado en la tierra y vivido, por lo menos, una vida terrestre; quienes no han vivido una vida terrestre y proceden de dimensiones que están fuera de la galaxia y las estrellas, como la cuarta dimensión; los Maestros, como san Germán; ángeles como Miguel y Rafael, incluyendo a los ángeles, guardianes; y entidades extraterrestres de otras galaxias y planetas; etc.
Al morir, la mayoría de nosotros existimos en el plano astral porque no hemos evolucionado lo suficiente para vivir en el plano causal. El plano causal es una dimensión vibratoria muy elevada y fina a la que van las almas que tienen armonizadas sus energías y han evolucionado a estados superiores. Muchos guías provienen de este plano y de más allá. Para vivir en estas otras dimensiones es necesario dominar la energía, las emociones y la mente. Algunos guías han vivido en la tierra, evolucionado de prisa, dominado las lecciones, ahora son espíritu puro en el plano causal y siguen evolucionando mediante el servicio de la humanidad. Otros proceden de las realidades multidimensionales y son seres extremadamente elevados en sus propios sistemas (por ejemplo, los ángeles)
Lo que hay que saber es que es el guía el que nos elige a nosotros porque hay una similitud de metas y propósitos con los nuestros. No todas los seres evolucionados deciden ser guías, del mismo modo que no todos nosotros decidimos ser canales. Lo cierto es que muchos seres de planos superiores deciden ser nuestros guías porque el servicio altruista para los demás es para ellos, un sendero de evolución rápida.
Los guías pueden aparecer a nuestro ojo interior de distintas formas: hombre, mujer, de una nacionalidad familiar, con colores, como luces, como sonidos, como indios americanos, como grandes maestros, etc. Ellos son luz y adoptan la identidad que permita el mayor éxito en lo que deben hacer, o con la figura que nos permita poderles relacionar con mayor facilidad.
Es importante entender que, por este motivo, porque son sólo luz no tienen nombres. Si nos dan un nombre suele ser alguno que han tenido en vidas pasadas.
En todos los niveles, los guías poseen diferentes talentos y áreas de destreza. Nuestro guía se encargará de facilitarnos la información que necesitamos de su propia mano, o solicitándosela a otros guías. También nos puede conseguir esta información que necesitamos enviándonos un libro, un curso, etc.
Debemos saber que nuestro guía siempre estará presente cuando lo llamemos ya que ellos existen en un mundo que está más allá del tiempo y el espacio. Su conexión con nosotros ocupa sólo una mínima porción de su conciencia general.
Información que puedo recibir de mis guías>
Los guías hablarán a través de nosotros, sólo si les damos nuestro consentimiento. Un guía de nivel superior sólo habla bien de las personas, transmite amor y bondad. Si no es así, y siento al canalizar a mi guía miedo, dolor, etc. puede ser que esté canalizando un alma de los niveles inferiores del plano astral. En este caso, la mayoría de las almas en este nivel no han evolucionado lo suficiente para ayudarnos, así que les pediremos que se dirijan a la luz.
Es importante que desde un principio pidamos un guía elevado para que nos ayude en las sesiones de sanación o en otros campos de la vida. Un guía de un plano superior.
¿Como se produce la canalización?>
Para poder canalizar un guía debemos elevar nuestra frecuencia y nuestro guía deberá descender la suya para igualarlas y que se produzca la comunicación. Nuestros guías están en el mismo Universo que el nuestro; con sólo alterar o expandir nuestra conciencia podemos ver a nuestros guías y comunicarnos con ellos. Esto es parecido a lo que ocurre cuando morimos. Al morir incrementamos nuestra frecuencia de tal forma que cosas que antes eran invisibles para nosotros se tornan visibles.
Para comunicarse con nosotros, los guías elegirán el método o canal apropiado. Es te método de transmisión puede cambiar al continuar canalizando. Al canalizar, algunas personas “conocen” el mensaje (lo que se conoce clarisapiencia), otras “ven” la información (clarividencia) y otras “escuchan” la información (clariaudiencia).
Ejercicios para pedir un guía y comunicarnos con él>
Para poder canalizar a nuestro guía necesitamos relajarnos, y mantener un enfoque y concentración durante, por lo menos, cinco minutos.
Con el tiempo, con tan sólo cerrar los ojos o concentrarnos, y llamar mentalmente a nuestro guía, rápidamente lo reconoceremos (por su energía) y nos dará la información que necesitemos.
En todos los casos, quien pide un guía elevado lo tiene inmediatamente y con el tiempo, lo siente. HAY QUE PEDIR.
Ejercicio para aprender a relajarnos>
- Buscar un lugar tranquilo, poner música suave de fondo.
- Sentarnos en una silla, sofá o suelo con la espalda erguida.
- Cerrar los ojos y empezar a respirar lentamente sintiendo como se hincha la tripa en cada una de ellas.
- Relajar el cuerpo. Viajar con mi imaginación por el cuerpo e ir relajando cada parte del mismo empezando por los pies y terminando en la cabeza.
- Si se vienen pensamientos a la cabeza o preocupaciones lo imaginaremos en una pizarra y mentalmente lo borro.
- Dibujar una burbuja de luz blanca a mi alrededor y jugar un rato a hacerla más grande y más pequeña.
- Cuando me sienta más tranquilo, abandonaré la relajación.
- Salir del trance, estirar el cuerpo y abrir los ojos.
Una vez que he aprendido a relajarme, en el peor de los casos pueden pasar dos semanas practicando todos los días unos veinte minutos, puedo pasar al siguiente ejercicio que es para aprender a enfocar y concentrarnos.
Ejercicio para aprender a enfocar y concentrarnos>
- Buscar un lugar tranquilo, poner música suave de fondo.
- Sentarnos en una silla, sofá o suelo con la espalda erguida.
- Cerrar los ojos y empezar a respirar lentamente sintiendo como se hincha la tripa en cada una de ellas.
- Relajar el cuerpo. Viajar con mi imaginación por el cuerpo e ir relajando cada parte del mismo empezando por los pies y terminando en la cabeza.
- Visualizar un objeto o situación (por ejemplo: una flor, una persona, etc.) y mantener el enfoque el mayor tiempo posible. Me puedo ir fijando en su color, su olor, tocarla. Debo conseguir retener esta imagen y conexión durante cinco minutos.
- Salir del trance, estirar el cuerpo y abrir los ojos.
Una vez que he aprendido a relajarme, enfocar y concentrarme, puedo pasar al siguiente ejercicio que es para aprender a percibir vibraciones de otra energía distinta a la mía. Esto me ayudará a reconocer la energía de mi guía. Para hacer el siguiente ejercicio necesitamos una flor o una planta y unos cristales (cuarzo o amatista por ejemplo)
Ejercicio para aprender a armonizar con otras energías>
- Buscar un lugar tranquilo, poner música suave de fondo.
- Sentarnos en una silla, sofá o suelo con la espalda erguida.
- Cerrar los ojos y empezar a respirar lentamente sintiendo como se hincha la tripa en cada una de ellas.
- Relajar el cuerpo. Viajar con mi imaginación por el cuerpo e ir relajando cada parte del mismo empezando por los pies y terminando en la cabeza.
- Coger el cristal elegido con las manos. Con los ojos cerrados, sentirlo, hablarlo. Sentir la energía del cristal. Practicar a preguntarle cosas y sentir sus respuestas.
- Dejar el cristal y coger la planta o flor. Con los ojos cerrados, sentirla y hablarla. Sentir la energía de la planta. Observar las diferencias de energía entre el cristal y la planta.
- Salir del trance, estirar el cuerpo y abrir los ojos.
Si pasados unos días, puedo percibir estas vibraciones (cristal y planta), aunque tenga la sensación de que me lo estoy “inventando”, ya estoy preparado para el siguiente ejercicio. Ya puedo conocer a mi guía.
Ejercicio para pedir y comunicarme con mi guía>
- Buscar un lugar tranquilo, poner música suave de fondo.
- Sentarnos en una silla, sofá o suelo con la espalda erguida.
- Cerrar los ojos y empezar a respirar lentamente sintiendo como se hincha la tripa en cada una de ellas.
- Relajar el cuerpo. Viajar con mi imaginación por el cuerpo e ir relajando cada parte del mismo empezando por los pies y terminando en la cabeza.
- Visualizar como se abre el chakra de la corona (parte alta de la cabeza) y sentir como entra energía del cielo.
- Visualizar unas escaleras y descenderlas.
- Visualizar una puerta y entrar sabiendo que tras ella hay un precioso jardín donde se encuentran seres de luz.
- Visualizar como entro por la puerta y veo un jardín. Entro en el jardín. Visualizo un árbol. Me siento junto al árbol.
- PIDO conocer a un guía elevado que esté alienado conmigo. Veo como el guía se acerca a mí. Saludo al guía. Si no me siento a gusto con él, pido otro más elevado o acorde conmigo. Cuando me sienta a gusto con el guía, le PIDO que haga todo lo posible para abrir mi canal y poder comunicarme con el.
- Doy las gracias a mi guía y abandono el lugar. Ya he conocido al guía que canalizaré a partir de ahora.
A partir de este momento, puedo optar por ir al mismo lugar mentalmente y visualizar a mi guía preguntándole todo lo que necesito saber, o simplemente puedo cerrar los ojos y llamar mentalmente a mi guía e intentar sentirlo o visualizarlo delante de mí (esto es lo que haré en las sesiones de sanación).
Video Meditación>