Los pentáculos>

Los pentáculos son figuras mágicas, capaces de transmitir a su entorno energías positivas. Su acción se deriva de una combinación de letras, signos y fórmulas benéficas y representan gráfica y simbólicamente un deseo o una promesa. Actúan directamente sobre la psique de las personas que toman contacto visual con él.

La colección más grande de pentáculos se encuentra en Las clavículas del rey Salomón, obra de alta magia atribuida a este rey bíblico. En ella aparecen 36 pentáculos que tienen diversos propósitos. Pero aunque ese sea el documento antiguo más completo que ha llegado hasta nuestros días, el empleo de grafismos que representen palabras, ideas o deseos para lograr una armonía con el universo, es una costumbre más antigua. Hay constancia de su uso por parte de chinos, egipcios y hebreos.

La cruz, adoptada por el cristianismo, es un ejemplo perfecto de pentáculo y, no sólo ha sido empleada como manera de declarar la fe de quien la porta, sino como elemento de protección, al igual que las medallas.

Las virtudes o propósitos de un pentáculo son dos: proteger a la persona que lo lleva o a la casa donde está expuesto, por un lado, y atraer energías positivas, por el otro. Los magos los han utilizado de los más diversos materiales; los más antiguos están tallados en piedra, pero también los hay de metal, de cuero, de madera o, más comunes aún, de pergamino.
Antes de colgarlos en algún lugar de la casa o del trabajo, deberán ser consagrados como se indica más adelante.

Los pentáculos más antiguos están escritos con caracteres hebreos o egipcios ya que provienen de esas culturas. Posteriormente, hacia la Edad Media, se empezó a utilizar un nuevo tipo de grafismo en reemplazo de esas letras; es el denominado alfabeto angélico. Muchos pentáculos están escritos con estos signos gráficos, porque, además de las razones místicas que avalaran su utilización por parte de los magos, había una razón mucho más concreta y directa: evitar la comprensión de procedimientos mágicos por parte del vulgo. Como dicho alfabeto deriva del hebreo, tiene sólo 22 letras (se adjunta en la siguiente tabla); en él se pueden ver los grafismos que lo componen, el nombre de cada letra y su equivalencia en nuestro alfabeto.
 

Quien lo desee, puede utilizarlo para escribir sus pentáculos o cualquier las frases que se requieran en los diversos rituales de magia.

Es imprescindible tener una actitud apropiada para que los objetos que se utilizan se impregnen de la voluntad y el deseo del oficiante. Conviene que el dibujo se haga con tinta. Al respecto, cabe decir que si bien hay comercios en los que se vende una supuestamente mágica, siempre será mejor que el oficiante la fabrique o que utilice una tinta común deteniéndose unos minutos posando las manos sobre el frasco y visualizando cómo le transmite su deseo y voluntad. La preparación de tinta mágica no presenta problemas: bastará con que se deje al sereno durante toda la noche un frasco de tinta común, que aún no haya sido abierto, y colocarlo al día siguiente junto a una vela azul, con la intención de que el líquido quede libre de toda impureza. También puede echarse dentro del frasco un par de gotas de agua bendita. Una vez que la vela se consuma, la tinta ya estará lista para ser utilizada. La única salvedad es que la tinta mágica solamente deberá ser empleada en operaciones mágicas.

Aunque para fabricar un pentáculo se utilicen símbolos con gran contenido mágico, el solo hecho de dibujarlos no los convierte en objetos poderosos; para ello hay que consagrarlos, cargarlos de energía positiva.

Objetos necesarios: Una vela blanca - Una vela azul - Un cono o varilla de incienso de sándalo - Un cuenco con agua - Un puñado de sal

Ritual

Encender la vela blanca y luego la vela azul y, por último, el incienso. Concentrarse de cargar el pentáculo con el máximo de energía positiva. Echar un puñado de sal en el cuenco con agua.
Mojando el pulgar de la mano derecha en el agua, trazar en cada una de las esquinas del pentáculo la señal de la cruz y recitar la oración.

Oración

Dios eterno, ven a este lugar
y santifícalo con tu presencia y tu majestad.
Que tu bendición descanse sobre este círculo.
Que él convoque a tu Arcángel Miguel
para que nos brinde protección
y nos haga cada día más dignos de ti.
Este círculo será quien represente
tu poder y tu gloria
y a él acudiré en busca de ayuda.
Amén.

Pentaculo para el amor 

Esta figura pentacular se utiliza para atraer el amor, para mejorar las relaciones de pareja, resolver los conflictos, superar desavenencias y potenciar el deseo y la pasión.
Tiene los símbolos de Venus y Marte, que simbolizan la esencia femenina y masculina respectivamente, y la de Júpiter y Saturno, optimismo y sabiduna. Una vez que se confeccione sobre pergamino, se deberá consagrar y colgar en un lugar visible para la persona interesada.

Sirve para armonizar los ambientes y conviene utilizarlo en lugares donde sean frecuentes las discusiones o tensiones. También es adecuado para equilibrar cualquier situación que se presente. Está formado por dos símbolos importantes: la estrella de seis puntas y la cruz esvástica. La primera se relaciona con el judaismo; según algunos historiadores, su uso por parte de los judíos nace de la imitación que hacen de los cristianos: ante la necesidad de un símbolo propio equivalente a la cruz, empiezan a usar esta estrella a la que adjudican la representación de las 12 tribus de Israel.

Sin embargo, la estrella de seis puntas antes había sido utilizada por magos. Según los antropólogos, el triángulo que apunta hacia abajo representa la sexualidad femenina y, con ella, a la mujer en general; el que apunta hacia arriba es un signo netamente masculino; prueba de ello es que a menudo, en diversos trabajos de magia, es utilizado para representar a un hombre. La estrella de David, en sí misma, encierra dos opuestos que se combinan y entrelazan, que se neutralizan y completan.

Por otra parte, en la alquimia estos dos triángulos representan el Agua y el Fuego que, juntos, indican la conciliación de los opuestos. Este símbolo fue popularizado por los cabalistas; ellos aseguraban que la estrella tenía grandes poderes de protección ante cualquier peligro.

El otro símbolo de este pentáculo, la cruz esvástica, es conocido por el uso que de él ha hecho el nazismo, sin embargo, es un símbolo solar muy antiguo y lo curioso es que ha sido encontrado en las más diversas culturas, ya sea bajo la forma en que hoy se conoce o con ligeras variantes. En la pared de la antigua sinagoga de Capernaum, hay una cruz esvástica tallada junto a otros símbolos religiosos judíos. Si se observa este símbolo, se verá que se puede dibujar con un solo trazo; pertenece al tipo de figuras unicursales de las cuales, la más conocida es la estrella de cinco puntas.

Copiando el dibujo que aquí se muestra sobre un trozo de pergamino, se obtendrá protección en la casa y se disiparán las tensiones que surjan en la familia. Antes de colgarlo se deberá consagrar, siguiendo los pasos que se han indicado en el apartado “consagración de los pentáculos”.

Tiene por finalidad el proporcionar abundancia, el resolver los conflictos relacionados con el trabajo y servir de ayuda a la hora de percibir más claramente todo tipo de oportunidades que pudieran determinar una mayor prosperidad.

El símbolo más importante que contiene este pentáculo es el de Júpiter, el llamado Gran Benéfico en astrología. Tanto el planeta como el dios, están relacionados con la expansión, el optimismo, los vínculos con personas poderosas o influyentes y la capacidad de hacer fortuna.
Los triángulos aluden a la divinidad y son, además, formas geométricas fundamentales tanto para los matemáticos como para los magos. Si se observa la disposición repetida del signo de Júpiter en la parte más externa del círculo, se podrá comprobar que, juntos, componen una estrella de seis puntas.

Como se ha explicado en el caso de los anteriores pentáculos, deberá ser dibujado con la máxima concentración y con la intención de que represente y encarne la voluntad y el deseo. El material más adecuado es un trozo de pergamino.

Una vez terminado, deberá ser colgado en algún lugar que sea visible para la persona a la que esté destinado.

Las indicaciones para fabricar este poderoso pentáculo aparecen en el libro Filosofía oculta, de Teofrasto Paracelso, obra publicada entre 1589 y 1591. Este médico suizo, nacido en 1493, es una de las figuras más discutidas del Renacimiento. Sus conocimientos e ideas sobre la medicina hicieron que, en su época, destacara claramente entre sus colegas y lo que resulta sorprendente en sus trabajos sobre filosofía es su erudición acerca de la magia, sus conocimientos de ritos y símbolos y, a la vez.

Su intensa vinculación al cristianismo. Haciéndose eco de las palabras de la Iglesia en una época tan controvertida, asegura que no hay que desechar todas las ceremonias y los rituales mágicos, sino únicamente «las que estén dirigidas contra los espíritus extravagantes».
Acerca de los pentáculos dice:

«Yo no voy a tratar aquí más que de dos pentáculos que son mucho más poderosos que los demás pentáculos, caracteres y sellos.

El primero se compone de dos triángulos, colocados uno sobre otro, de forma que constituyen siete espacios y presentan seis ángulos exteriores; en estos seis ángulos, se escriben las letras del nombre muy noble del dios Adonai. He aquí el primer pentáculo. El segundo es mucho mejor, posee una virtud mucho más eficaz. Tres ángulos están enlazados de forma que constituyen seis espacios y presentan cinco ángulos exteriores; en estos ángulos se escriben las muy poderosas y nobles sílabas del nombre divino Tetragrámaton, en el orden querido.
Los israelitas y los nigromantes judíos se sirven con frecuencia de estos dos pentáculos tan poderosos que son capaces de combatir a los espíritus, al diablo, los maleficios, las obras mágicas, los hechiceros, mejor que todos los demás pentáculos reunidos; ellos liberan a las personas forzadas por encantamiento, de actuar contra su voluntad y su naturaleza o que sientan dolores durante determinados días y a ciertas horas. Estos dos pentáculos pueden servir contra los espíritus que habitan los cuatro elementos».

Parece evidente que se está refiriendo a la conocida Estrella de David, y a la de cinco puntas, y que los pentáculos a los que se refiere, son los que mostramos en Hechizos.

Pentáculo Integrador

 

El número 7, como se puede observar leyendo rituales de magia o libros de ocultismo, es un número al que todas las tradiciones ocultistas de oriente y occidente han dado una gran importancia y al que no pocos han calificado como el «Número del Destino».
En la Biblia aparece mencionado desde el comienzo: «... Y Dios bendijo al día séptimo y lo santificó». También son siete las parejas de animales que Noé debía guardar en el arca para salvarlas del diluvio.

Son siete los pecados capitales, los colores del arco iris, las notas musicales, los sabios de la antigua Grecia y las plagas de Egipto. En los libros hindúes, el número 7 se repite en muchísimas ocasiones, de ahí que el Yogui Kharishnanda afirmara que si este número aparece, «no es por capricho, sino por razones ocultas».

Este pentáculo tiene en su interior una estrella de siete puntas y, alrededor de ésta, los símbolos que se corresponden con los siete planetas que utilizados por la Astrología antigua.
Su propósito es unificar la fuerza, sea propia e interior como la de una familia o cualquier otra agrupación. Sirve para sintonizar cuerpo, mente y espíritu, para ponerse en contacto con uno mismo y acercarse al perfecto equilibrio.

Fuente: http://www.hechizos.us/dms/inicio-pentaculos.htm