TRIANGULOS DE LUZ>
Uno de los más importantes trabajos de vinculación, de asociación espiritual y de servicio, lo constituyen los denominados Triángulos de Luz.
¿Por qué definir a estas estructuras mentales como Triángulos de Luz?. Si cualquier forma mental está constituida por vibrante energía, y si la luz es precisamente el resultado o efecto de esta actividad vibrante que se proyecta y propaga por el espacio en forma de distintos colores y tonalidades, de igual forma, los triángulos a los que nos estamos refiriendo, por estar creados con sustancia mental de alto contenido vibrante y esencia magnética, la luz que desprenden expresan la alta trascendencia y contenido espiritual que sus creadores tratan de proyectar y plasmar en los niveles de la realidad donde se hace necesario que ellos intervengan y actúen.
Los Triángulos de Luz, están formados por tres personas, que libre y voluntariamente asumen la responsabilidad de construir, lo más perfectamente posible, una estructura mental en forma de triángulo, dotada de un gran poder invocativo y evocativo, de cualidades altamente incluyentes.
Estas características, confieren a los triángulos, la posibilidad de ser un fiel instrumento para el Servicio Universal, y de esta forma, poder así ser utilizado tanto individualmente por sus integrantes, como para ofrecerlo a la Jerarquía Planetaria en aras de la difusión de la Luz y del Amor a todo el planeta, constituyendo por tanto un perfecto medio por donde las energías espirituales se puedan transmitir hacia la Humanidad y hacia los seres de todos los Reinos de la Naturaleza.
Cualquier persona de Buena Voluntad, cuyas intenciones y objetivos sean altruistas y estén orientados hacia Valores Universales y Trascendentes, puede realizar éste tipo de Trabajo Interno.
¿Por qué son tan importantes los Triángulos de Luz?. Porque son una réplica del funcionamiento trino que la naturaleza posee en cualquier tipo de actividad. En cualquier tipo de manifestación, siempre hay una fuente de energía, ya sea etérica, física, emocional, mental o espiritual, libre y disponible para ser utilizada. Siempre hay un medio, un canal por el que cualquier tipo de energía puede circular con mayor o menor intensidad y con mayor o menor dinamismo.
Y por último, siempre hay una inteligencia, una conciencia creadora, que toma esa energía, la moldea y la impregna con las cualidades y atributos que en su proyección deben ser puestos en actividad según la intención y objetivos para la que fue creada.
Esta trina realidad lo expresan y son una consecuencia de los tres aspectos y atributos universales de nuestro Logos Planetario, Atma, Buddhi y Manas, que desde los planos más sutiles de la realidad son enviados permanente e incesantemente a todos los planos y niveles de Su Cuerpo de manifestación, nuestro mundo.
Fue casi con toda seguridad, que a través de los escritos de los fundadores de la Sociedad Teosófica y de los libros de Alice A. Bailey, cuando en Occidente se empieza tener noticia de la existencia de este tipo de trabajo esotérico de los triángulos, aunque es de suponer que ya “funcionaban” antes en determinados círculos de discípulos e iniciados de la Jerarquía Planetaria.
Desde que se dieron a conocer, las asociaciones y vínculos de los Triángulos de Luz, han ido en constante aumento, construyéndose por tal motivo, desde los más elevados niveles etéricos de nuestro planeta, una inmensa y cada vez más amplia Red de Luz Espiritual, que está en constante proceso de expansión y que afecta e impulsa a la Humanidad a expresar el Amor, la Paz y la Armonía, de una forma global y universal.
Casi todas las antiguas y filosofías y grandes religiones tienen el 3, como un número mágico y perfecto, origen del universo y de todo cuanto existe. Así lo describen por ejemplo los grandes filósofos de la Antigua Grecia, como también en la India con la Trimurti, y con sus dioses Shiva, Vishnú y Brahma, y en el Antiguo Egipto con Osiris, Isis y Horus. También el 3 o trinidad lo encontramos en nuestra tradición judeo-cristiana, con el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Todas estas deidades, expresan de alguna forma lo que la Sabiduría Antigua ha estado siempre transmitiendo a la Humanidad, el Atma, Buddhi y Manas en su más pura y elevada esencia, la base sobre la que se sustenta cualquier tipo de creación, ya sea humana o divina.
Para entender mejor esta realidad, y según nos dice y transmiten las Sagradas Escrituras de Oriente, con la instauración de la Jerarquía Planetaria en nuestro mundo, hace varios millones de años, se plasmó en nuestro planeta de una forma “tangible” el Primer Triángulo. Este acontecimiento, generó un Gran Arquetipo Subjetivo en forma de Triángulo que quedó constituido por los principales Señores de la Llama, Sanat Kumara, el Señor del Mundo, y tres Kumaras o Budas esotéricos y otros tres Kumaras o Budas exotéricos, unos Grandes y Elevados Seres que procedentes del Planeta Venus, vinieron a la Tierra para colaborar con nuestro Logos en propiciar el importante salto evolutivo de convertir al hombre instintivo y animal que en aquella época habitaba nuestro planeta, en el hombre autoconsciente y espiritual que somos en la actualidad.
Según estos Escritos Sagrados, este principal y primigenio Triángulo de Shamballa quedó configurado por:
Triángulo de Shamballa
ATMA
Sanat Kumara (el Señor del Mundo)
MANAS BUDDHI
3 Budas Exotéricos 3 Budas Esotéricos
Cada uno de estos “Tres Vértices”, Sanat Kumara, los tres Budas Esotéricos y los Budas Exotéricos, expresan desde la noche de los tiempos, los Atributos Divinos de nuestro Logos Planetario, “Atma”, como la expresión de Su Voluntad, Fuerza y Poder, “Buddhi”, como la expresión de Su Amor, Sabiduría y Magnetismo y “Manas”, como la expresión de Su Actividad, Creatividad y Objetividad Mental.
En un orden y en una escala inferior, los Triángulos de Luz son una réplica de este triángulo primigenio, convertido en el arquetipo de todo un Sistema de Trabajo, de Entrenamiento y de Servicio que sintetizan en el Macro y Microcosmos, la Triple Manifestación del Logos en nuestro Planeta. Por este motivo, y en la medida de lo posible, los tres vértices de estos triángulos, deben ser conscientes y expresar en alguna medida, Atma, Buddhi y Manas, para que cada una de estas tres cualidades divinas y las energías correspondientes, sirvan de aglutinante en la integración grupal de las tres personalidades y del cumplimiento que han de ser puestos en consciente actividad.
Hay por tanto, una continua subdivisión de mayor a menor escala y de ámbitos de manifestación en lo que a la realidad de los triángulos se refiere, que como arquetipos, sirven de modelos de perfección para plasmar en las conciencias de las Jerarquías Creadoras, entre ellas la Humanidad, el diseño y operatividad del Plan Evolutivo de nuestro Logos Planetario. Así, tenemos:
Triángulo Jerárquico
ATMA
Shamballa
MANAS BUDDHI
Humanidad Jerarquía Planetaria
Este Triángulo que lo podemos definir como Jerárquico, lleva en otro orden de manifestación, los mismos valores y atributos del Logos comentados antes, de Atma, Buddhi y Manas.
Una prueba evidente de que la Humanidad y el Hombre están tomando conciencia de esta nueva necesidad de reorientación interna, la encontramos en la Gran Invocación, que cuando se pronuncia y se siente de forma correcta, la Luz, el Amor y la Voluntad de su enunciado, se convierten por sí mismas en ese Triángulo Arquetípico y Mágico que permanentemente se está tratando de plasmar y de hacer realidad en la Humanidad para ver cumplida esa parte de responsabilidad que le pertenece al Hombre como cooperador consciente del Gran Esquema Evolutivo del Logos Planetario:
Triángulo de la Gran Invocación
ATMA
El Centro donde la Voluntad del Logos es conocida
(Shamballa)
MANAS BUDDHI
El Punto de Luz en El Punto de Amor en
la Mente del Logos el Corazón del Logos
(Humanidad) (Cristo)
Podemos ver, un ejemplo práctico de la trina asociación de componentes funcionales y energéticos universales, que inciden y tienen su reflejo (como es el caso de la Curación Espiritual), en el siguiente triángulo:
Triángulo de Curación
ATMA:
El Maestro
El Prana (Energía
MANAS BUDDHI
El Paciente El Amor Incondicional
Las Energías en Acción El Curador (Canal o Mediador)
Si hacemos una profunda reflexión de ésta realidad, podremos observar que existe una clara y bien definida relación de cualidades y atributos de Atma, Buddhi y Manas, con el Maestro, el Curador y el Paciente. El hecho de que el curador sea consciente de esta triplicidad y se sintonice con ella, revertirá en un mayor aporte de energía para ser utilizada en las sesiones de sanación y en una mayor eficacia en sus resultados.
La preparación interna y el entrenamiento personal de los integrantes que conforman estos triángulos, facilita que el trabajo grupal sea más efectivo, ya que los esfuerzos comunes realizados desde los planos internos no se suman, sino que se multiplican, de tal forma, que la fuerza, el poder y el área de influencia del Triángulo de Luz, se amplía en mayores oportunidades y en una más eficacia en sus resultados, muy superior a la que sería la actuación individual de cada uno de los tres vértices por separado. La autodisciplina de los tres vértices, da lugar a una mayor pureza en sus vidas, y a un refinamiento de los canales (los vehículos inferiores), por los que tienen que fluir las Energías Superiores, dando así una mayor cohesión y afianzamiento de esta estructura mental, desencadenando a su vez, el mágico proceso de Transmutación Alquímico-Espiritual, que se genera en las auras y vehículos sutiles de los tres seres, haciéndolas más abarcantes y magnéticas.
La forma mental del Triángulo de Luz, cargada con las energías espirituales de los tres vértices, puede ser enviada hacia cualquier parte del mundo donde su presencia pudiera ser necesaria, como puede ser el de mitigar o eliminar en alguna medida los efectos negativos de una de una guerra, o también para favorecer o potenciar la Fraternidad Universal en algún caso o situación que sea necesario.
La forma mental del triángulo, como todas aquellas producidas por la Humanidad de forma consciente o inconsciente, posee una Forma, un Color y un Sonido Internos que Ocultamente la caracteriza, proporcionándole una “personalidad” que con la práctica, va adquiriendo cada vez un mayor poder y desenvolvimiento, llegando a actuar como una entidad individualizada, con vida y conciencia propia, y a convertirse en una gran “entidad elemental”.
Las auras de los tres vértices del triángulo, llegan con el tiempo a fusionarse e integrarse en un Aura común, en una Macro-Aura Grupal dotada de gran influencia y poder que da lugar a tres acontecimientos internos importantes:
1. El primero de ellos, afecta a la estructura atómico-molecular de los vehículos periódicos de cada uno de los componentes del grupo, en donde esta Macro-Aura Grupal, desencadena origina en los vehículos periódicos, el desprendimiento de los átomos, moléculas y partículas más pesadas, de baja frecuencia vibratoria, que rápidamente son reemplazados por otros átomos más ligeros, más sutiles y de más intensa actividad vibrante. Este trasvase y sustitución de diferentes tipos de energías, da origen a esa transmutación Mágica-Espiritual que afectan al conjunto de vidas menores (elementales) que animan y conforman los cuerpos de expresión periódica del grupo, dando lugar a importantes cambios y transformaciones en la vida de relación de los integrantes del triángulo.
2. El segundo, tiene lugar como consecuencia del clima altamente simpático y magnético que reina dentro de ésta Macro-Aura, que desencadena en los tres vértices, sutiles y magnéticos lazos afines, que por su propia naturaleza, afianzan aún más esta unión multi-personal, haciéndose atemporal y permanente. Esta realidad, viene a demostrar que en muchos casos, este tipo de uniones y asociaciones, vienen precedidas por vínculos establecidos en anteriores existencias, continuando entretejidas por el karma para el seguimiento y culminación de este tipo de actividades iniciadas en muchos casos en vidas anteriores.
3. El último acontecimiento, consiste en la formación de una gran Forma Mental, una gran Entidad Elemental, dotada de un gran poder y actividad dinámico-espiritual, creada por los nobles sentimientos y aspiraciones que constantemente aportan y vitalizan los tres seres que integran el Triángulo de Luz. Esta potente estructura mental, que es el propio triángulo, puede ser conscientemente invocada y puesta en actividad por cualquiera de los tres vértices, para que realice cualquier tipo de ayuda y servicio, allí donde sea necesario.
Uno de los resultados que se derivan de este trabajo interno, son los cambios sicológicos y espirituales que perceptibles o no, repercuten en las vidas de los integrantes del triángulo. A su vez, a este mayor desenvolvimiento adquirido, conlleva también un alto grado de responsabilidad, ya que las especiales energías que son puestas en actividad, no han de redundar en un beneficio personal, sino que han de orientarse hacia la Humanidad y hacia toda la evolución en general.
La responsabilidad que adquieren los integrantes del Triángulo de Luz, abarca también la purificación de los vehículos de manifestación cíclica, los instrumentos de los que se sirve el Alma para experimentar y evolucionar en los Planos Inferiores. Recordemos que los Cuerpos Sutiles, el Mental, el Emocional y el Etérico-Físico, son entidades dévico-elementales, que se integran y combinan de tal forma con el Alma, que dan como resultado la realidad Física y Objetiva que constituye el Ser Humano como totalidad. Las Entidades dévico-elementales, que constituyen los mecanismos de expresión del ser humano, evolucionan al unísono con él, expresando igual que la conciencia del ser humano, las virtudes o defectos, que son el resultado del particular nivel evolutivo y modelo de evolución del Reino Dévico- Elemental. El Hombre como Ser Integral (el Ego más sus Vehículos de Manifestación Periódica), a través de su forma de Pensar, Sentir y Actuar, sublimará y reorientará a éstas existencias involutivas, orientándolas hacia una correcta dirección evolutiva y trascendente.
Como se puede deducir, para conseguir la integración y feliz resultado de la obra oculta que lleva a cabo el Triángulo de Luz, es necesario que los Vehículos Periódicos (los canales de distribución de las energías sutiles), sean transparentes y no ofrezcan resistencia al Circuito Interno de Luz.
Teniendo en cuenta que la labor interna de estos triángulos es la de unir y conjuntar aspiraciones y objetivos comunes en una actitud solidaria de aprendizaje, creación y emisión de energías espirituales hacia todos los seres y reinos de la naturaleza, el resultado, es el afianzamiento y consolidación del “Antakarana” el Puente de Luz que une al yo inferior de las personalidades, con el Yo Superior, el Alma del Triángulo, y éste a su vez, con el Alma del Planeta, una realidad que tiene lugar cuando se aspira a realizar de forma más o menos consciente e inteligente cualquier Trabajo Mágico-Oculto y Trascendente.
En éstos difíciles momentos de cambios y conflictos que a todos los niveles podemos observar, se hace necesario y urgente la colaboración de personas de Buena Voluntad que con auténtico desinterés y desapego trabajen desde los más elevados Niveles Mentales, para crear consciente e inteligentemente formas de pensamiento dotadas de una gran capacidad Amorosa y Fraterna, para poder mitigar y anular las energías negativas que tanto inciden y alberga el Aura Planetaria.
Para que esto se haga realidad, hay que efectuar desde el Plano de la Mente una labor de Alta Alquimia Espiritual, de creación de Imágenes de Pura y Radiante Luz, fuertemente dinámicas y magnéticas que expresen los Arquetipos de la Nueva Era, unas formas mentales, que generen la sublimación y restitución de las formas ya existentes, caducas y cristalizadas que inducen a la inercia y a errores ya trascendidos, por nuevos modelos mentales afines a la realidad actual, como son los Triángulos de Luz, que cumplen con estos requisitos y que son una excelente forma de colaborar con este grandioso Proyecto de Regeneración Planetaria.
El Maestro Tibetano, D.K., en uno de sus comentarios, dice, refiriéndose a este tipo de actividad grupal:
….hacer Triángulos es crear la sustancia necesaria para que al evocarse la respuesta, se construya el antakarana planetario:
“Dentro del cuerpo del Logos Planetario, la humanidad está construyendo lentamente lo que se denomina antakarana, siendo en realidad, el hilo vinculador entre el centro coronario de Sanat Kumara y Su centro cardíaco.
Reflexionen sobre estas palabras. Involucran un misterio, y poco puedo hacer para esclarecerlo. A medida que la humanidad construye o crea triángulos de Luz y de Buena Voluntad, invocan realmente una actividad de respuesta de los Budas de Actividad -del que actúa por medio del aspecto voluntad y del que lo hace por medio del aspecto amor existente en la humanidad, aplicado inteligentemente.” (D.K.)
Cuando se le pide al estudiante que haga Triángulos de Luz se le está solicitando que mediante un acto de voluntad proyecte un Triángulo en los niveles de luz que él es capaz, lo cual es similar al trabajo de proyección del antakarana, que también es un hilo de Luz. Se evidencia que ese trabajo (por ser un esfuerzo) evocará respuesta de otro Buda de Actividad (son tres)…
En otro de sus comentarios, el Maestro Tibetano, D.K., explica la importancia que tiene la unión subjetiva y objetiva de al menos tres Triángulos de Luz:
… “Cuando el individuo despierta el centro cardíaco y lo vincula con los centros cardíacos de al menos ocho personas, entonces, el Centro Cardíaco del Logos Planetario podrá ocultamente absorber al grupo así formado por nueve personas conscientes. A través del Centro Cardíaco Su Vida fluirá y los miembros del grupo, contribuirán con su cuota de energía, a las influencias de la vida que circula a través del cuerpo. Esta información es de interés para quienes han despertado espiritualmente y significará poco o nada para quienes aún duermen”….
Estos comentarios del Maestro Tibetano, expresan el interés e importancia que la Jerarquía Planetaria da a este tipo de trabajo esotérico
En lo referente a la unión de tres triángulos, sólida y mentalmente unidos entre sí a través del centro cardíaco de cada uno de sus integrantes, y las energías que procedente del Logos Planetario se vierten en los triángulos y en las nueve personas como respuesta de dicha unión, demuestra la enorme trascendencia que este tipo de trabajo tiene tanto por lo que afecta al desenvolvimiento espiritual de las personas que lo integran como por las importantes implicaciones planetarias que se derivan de esta realidad.
Se puede deducir por tanto, que la Jerarquía Planetaria, está muy pendiente de este tipo de actividad grupal, principalmente por las repercusiones universales y planetarias que se suceden de este hecho. Ellos apoyan y promueven este tipo de trabajo interno para que cada vez haya más Triángulos de Luz “funcionando” por todo el mundo. Esta circunstancia, proveerá a todas las conciencias y seres, pero principalmente a la Humanidad de una mayor cuota de Luz, de Progreso y de Correctas y Fraternales Relaciones, así como también de Discernimiento e Intuición, lo que ayudará al conjunto de los Hombres a salir de esta caótica situación en la que nos encontramos todos, y dar así lo antes posible, el gran salto evolutivo que nos libere del dolor y el sufrimiento y nos sitúe en el Mundo Espiritual, el de las Almas Liberadas donde podamos asumir nuevas expectativas de servicio, más importantes y trascendentes.
Fuente: Alfonso del Rosario.
alrogiss@yahoo.es
http://hermandadblanca.org/2012/01/08/triangulos-de-luz/