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Para poder realizar cambios en nuestro entorno de forma no habitual, es decir, realizando magia, es necesario conocer todo lo que podamos acerca de las energías que nos rodean y de cómo manipularlas en nuestro beneficio. Esta energía se encuentra fácilmente en nuestro entorno y ha recibido numerosos nombres a lo largo de épocas y culturas: chi, prana, huaca… Para aquel que comienza a experimentar dentro del mundo mágico resulta especialmente interesante conocer como acumular esa energía en sí mismo y poder dirigirla hacia fuera para realizar prácticas sencillas pero no por eso menos eficaces e igual de interesantes. Aquí os mostramos la forma de hacerlo, como almacenar y dirigir esa energía, tanto para pequeños actos mágicos como para iniciarte en el mundo de la sanación. En primer lugar aprendamos algo sobre esa energía.
El Prana es una energía muy inestable, cualquier cabreo, ambiente negativo, personas enfermas, vampiros psíquicos y un largo etc. de situaciones que pueden drenarlo con facilidad. Por suerte la naturaleza nos lo regala abundantemente en el propio aire y en los elementos naturales que nos rodean. Generalmente lo absorbemos al respirar, al comer y al extraerlo de nuestro entorno. Pero la mayor parte de esta energía es absorbida por la respiración aumentando su cantidad si esta respiración es de calidad. A este arte de atraer el máximo de energía del entrono se le llama Pranayama. Los momentos más indicados para practicarla, por haber más cantidad de Prana, es al amanecer y en segundo lugar, al atardecer.
RESPIRAR Y CARGAR ENERGÍA
Para obtener el máximo de energía del entorno os aconsejamos vivamente el ejercicio conocido como “El Árbol” o cualquiera de sus variantes y que podreis encontrar en el artículo de esta web Prácticas Mágicas para el Principiante. Al finalizar dicho ejercicio visualizaremos y sentiremos como acumulamos toda esa energía en el plexo solar. Respiraremos lentamente y sentiremos como se va llenando poco a poco. La respiración debe ser abdominal y siguiendo la siguiente pauta: cuenta el tiempo que tardas en inspirar... reten el aliento el doble de tiempo... y expira en tres veces el tiempo de inspiración... Podréis perfeccionar esta técnica leyendo el artículo Pranayama: El arte de la respiración consciente. Al principio siempre cuesta algo de trabajo pero poco a poco os iréis acostumbrando. Debe hacerse a diario.
MOVER LA ENERGÍA
El siguiente paso será aprender a moverla a voluntad, para ello visualizamos como esa energía se desliza por la fuerza de nuestra voluntad hacia el brazo derecho (para los zurdos el izquierdo) deteniéndose en la mano derecha. Deberemos sentir el cosquilleo de esa energía y deberemos acumularla como si fuera una esfera tangible. Después absorberemos esa esfera con la otra mano poniéndola encima y haremos el recorrido inverso hasta el chakra del plexo solar. Estamos aprendiendo a moverla...
VER LA ENERGÍA
Generalmente primero la sentiremos, luego la percibiremos más intensamente y por último la veremos. Cuando tengáis la esfera de energía bien formada y sentida en vuestra mano de poder, entrecerrar los ojos y centraros en vuestra visión periférica. Comenzareis a ver en primer lugar algunos destellos más luminosos en esa zona, como un halo, hasta que logréis ver la energía en todo su esplendor. Hay que tener paciencia ya que es un proceso lento, en definitiva, es el mismo sistema que se usa para llegar a ver las auras.
La segunda parte de este ejercicio consiste en repetir lo mismo pero cuando acerquéis la mano izquierda para absorber la energía y volverla a su punto de origen. Hay que hacerlo lentamente y percibir como es absorbida esa energía... mirad con vuestra visión periférica, algo desenfocada la visión. Será fácil ver la energía en forma de haces luminosos entre los dedos y en la palma de la mano... pasando de una mano a otra.
Y AHORA VIENE LO BUENO… DIRIGIR LA ENERGÍA
Cuando tengamos que cargar mágicamente cualquier objeto, ya sea una vela, un talismán o simplemente dirigir la energía de un conjuro hacia a algún lugar concreto... lo primero que haremos es tomar la energía del ambiente, ser conscientes de su almacenamiento en el plexo solar, dirigirla hacia la mano de poder y por último desplazarla a través de tu dedo índice hacia el objetivo con toda vuestra fuerza de voluntad y con la imagen final de lo que deseamos lograr impregnando esa energía. Si se hace bien debe notarse un fuerte vacío interior.
Cuando usamos un athame, una varita, o cualquier herramienta de poder para proyectar energía esto es lo que hacemos, dirigir nuestra propia energía ampliándola a través de dicha herramienta mágica. Con este entrenamiento podréis obtener y dirigir más cantidad de energía además de poder verla y comprobar si el proceso ha sido efectivo. También podréis ver cuando lo hagan los demás... lo cual es muy útil... tanto para defenderse como para comprobar si estás delante de un charlatán.
Con un poco más de práctica podréis también lanzar la energía con la palma de la mano entera. Podréis visualizar símbolos en el interior de la bola energética como por ejemplo una estrella azul o roja y lanzarlos juntos. Esto ese utiliza mucho como sistema de protección enviando el símbolo hacia la persona que te ataca psíquicamente.
Atención... si no estáis seguros no lo hagáis, puesto que toda energía va impregnada de una finalidad y si no encuentra el objetivo regresará a vosotros y os golpeará con tanto ímpetu como tu le hayas puesto.
SU USO EN SANACIÓN: NOCIONES BÁSICAS
Para daros una idea y un sistema sencillo y bastante fiable de trabajo de sanación con prana os mostraré una forma básica pero que aún así debéis usar con prudencia. Primero practicad con plantas y animales... y cuando paséis a personas dejad que ellas os vayan diciendo como se sienten... un poco de mareo es normal en el paciente al principio pero si hay un empeoramiento parad inmediatamente.
En la mayoría de los casos nos vamos a encontrar con una energía enferma o estancada. Actuaremos con el permiso de la persona haciéndole un barrido de la energía de todo su cuerpo pasando nuestra mano izquierda (la que absorbe, zurdos la inversa) por los chakras y las partes enfermas y luego la sacudiremos bien sobre un recipiente con agua y sal.
Una vez que sentimos al paciente limpio nos lavaremos bien las manos y brazos con agua muy fría visualizando que descargamos toda la energía enferma y nos secaremos con una toalla blanca... de no hacerlo así podríamos enfermar nosotros.
La segunda fase consisten en poner energía limpia y sana sobre el enfermo... para ello existen dos formas:
a) Ponemos nuestra mano izquierda sobre nuestro plexo solar tomando nuestra energía sana y la mano derecha sobre el plexo solar de la persona enferma y dirigiremos allí la energía sanadora. Repetiremos lo mismo con las partes enfermas y en todos los chakras. (no recomendable esta técnica)
b) En este caso tomaremos el prana del universo y del ambiente que nos rodea en vez de nosotros mismos. Mientras absorbemos la energía del entorno dirigimos las manos hacia el enfermo igual que el en el caso anterior.
Para ayudar al efecto sanador podéis visualizar el color de esa energía. En general el verde clarito vale para todo, pero en caso de bajón de temperatura rojo fuerte, en anemias rojo suave, en nervios o depresiones, azul... etc
Fuente:http://www.pleiads.com/index.php?option=com_content&view=article&id=128:magik-energia&catid=45:magick&Itemid=82