¿Qué son los Votos kármicos?
Son decretos de obediencia que hicimos en vidas pasadas. Sobre todo cuando entramos a formar parte de órdenes religiosas o iniciáticas o cuando, debido a experiencias traumáticas que vivimos, nos juramos "Nunca volveré a..." o "De ahora en adelante y por toda la eternidad..." y cosas por el estilo.
¿Por qué conviene revocarlos?
Porque algunos de ellos siguen actuando hasta el tiempo presente y nos obstaculizan la vida actual o nos impiden gozar de aquello a lo que prometimos renunciar. Por ejemplo, no te permites tener dinero si te tomaste muy en serio tus votos de pobreza en otra encarnación; o no acabas de disfrutar del sexo sin culpa con tu pareja por tus antiguos votos de castidad y celibato, etc.
Instrucciones:
Leer en voz alta el texto de revocación durante 21 días seguidos hasta sentir en tu alma que en verdad ya te has liberado. Cada vez que leas el texto, visualiza una luz dorada o violeta cayendo de arriba abajo, imaginando como cae por dentro y fuera de tu cuerpo y pide a esta luz que borre todas las memorias que pueda haber en tu campo energético de votos o promesas contraídas en vidas, pasadas, paralelas o futuras.
El día 21, después de
leerlo, fírmalo y quema el papel.
En caso de que los bloqueos persistan puedes volver a realizar la revocación hasta en tres ocasiones, aunque normalmente funciona a la primera.
REVOCACIÓN DE VOTOS CONTRAIDOS EN VIDAS PASADAS
Pido perdón a Dios, a mi conciencia y a quien corresponda por las veces que maté o sacrifiqué a seres animales o humanos con o sin su permiso en nombre de Dios o en contra de Dios.
Pido perdón a Dios, a mi conciencia y a quien corresponda por todos los actos en contra de la vida que he realizado en ésta y en otras vidas o momentos de mi existencia, contra mí o contra cualquier ser vivo.
Yo me libero de todos los votos contraídos en ésta y en otras vidas o momentos de mi existencia.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la pobreza.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la castidad.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con el amor.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la amistad.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la alegría o felicidad.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la flagelación y el autocastigo.
Renuncio y me libero de todos los votos de limitaciones relacionados con la alimentación.
Renuncio y me libero de todos los votos de morir en nombre de Dios.
Renuncio y me libero de todos los votos de matar en nombre de Dios.
El día de hoy me perdono a mí mismo y decreto que de aquí en adelante:
Me permito experimentar prosperidad y abundancia en todos los aspectos de mi vida.
Me permito experimentar amor y amistad.
Me permito experimentar alegría y felicidad.
Me permito recibir dinero por cualquier actividad que desempeñe como medio de subsistencia.
Me permito experimentar deleite con los alimentos en la forma y cantidad que desee ingerirlos.
Me permito gozar de una sexualidad sana y plena.
Me permito tener y disfrutar todo lo que desee en conformidad con mi Plan Divino.
Por el poder de Dios que hay en mí, así es, así es, así es.
(Visualiza una luz dorada o violeta cayendo de arriba abajo, imaginando como cae por dentro y fuera de tu cuerpo y pide a esta luz que borre todas las memorias que pueda haber en tu campo energético de votos o promesas contraídas en vidas pasadas, paralelas o futuras)
Nota: El día 21, firmar y quemar.
Lugar:
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Fecha:
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Firma:
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